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Mayo 2023
Una newsletter propia


 
No. No es hablar por hablar
Reconozco que, a estas alturas, me sigue sorprendiendo que nos sigamos cuestionando la necesidad de seguir impulsando medidas que favorezcan la presencia de mujeres en todas las esferas de la vida.
Créanme si les digo que, como mujer del siglo XXI, preferiría no contar con más norma ni más impulso legislativo tendente a la igualdad, que el sentido común (convendrán conmigo que, probablemente, es el menos común de los sentidos). ¿Saben? Como se dice en el argot de la comunicación, si hoy no me sientese en la obligación de escribir este artículo, sería por aquello de “no news, goodnews” (la ausencia de noticias son buenas noticias).

Que la urgencia de impulsar medidas y pactos contra la violencia de género y la necesidad de impulsar políticas efectivas de género no copase titulares y titulares en los medios de comunicación sería hoy una muy buena y grata noticia. Y es que si la igualdad y la violencia contra las mujeres hubiese sido erradicada evidenciaría madurez social y democrática.

Lo sorprendente, para quien suscribe estas líneas, es que, en 2023, la violencia contra las mujeres siga siendo noticia.

Que el incremento de la triste y negra estadística de mujeres asesinadas por el solo hecho de ser mujer, sea noticia, me sorprende. Y me apena. Y me fastidia… No saben cuánto.

Que cada vez más sean más las formas de vejar, maltratar, abusar y violar a las mujeres, me desconsuela tanto como me sorprende el movimiento antipolíticas de género que se sustenta solo -si me permiten la expresión- en un machismo y conservadurismo tan distópico como recalcitrante y manido.

Que las brechas de representatividad en los ámbitos políticos, empresariales y académico, tengan que ser corregidas con políticas efectivas de género, me sorprende, a la par que me toca las víscera. Y me enfada. Mucho.

Me fastidia profundamente que, desde un discurso machista y obsoleto, se cuestione hoy la necesidad de trabajar para “empoderar” a mujeres y niñas. Y no, no me refiero a políticas impulsadas en y desde España. Me refiero al ámbito internacional.

Miren.

La ONU, que es la entidad supranacional en la que está representada la comunidad internacional en su conjunto, que no entiende de siglas ni partidos políticos y que aspira a hablar en un único idioma, el de la paz, nos emplaza a trabajar para reducir las brechas de desigualdad existentes en todos los rincones del Planeta.

Y paradójicamente, me fastidia.

Me fastidia moverme en la sorpresa porque haya quienes se cuestionen la necesidad de impulsar este tipo de medidas que favorezcan la igualdad; que haya quienes traten de borrar de un plumazo todo lo que huela a “políticas de género y de igualdad” en cualquier esfera; quienes, como mujeres, defiendan que no necesitan “ayuda” alguna para demostrar su valía ni equilibrar la balanza; quienes sigan tergiversando e inoculando mensajes de odio; quienes quieran confundir el feminismo con el hembrismo y el feminazismo o no sé qué. Me fastidia escribir este artículo en el año 2023.

Porque el día que no tenga que alzar mi voz ni mi pluma, será el día en que ninguna de estas políticas haga falta.

Subrayo “ninguna de estas políticas haga YA falta”.

El día en que personas como yo podamos escribir sobre la gran aportación que están haciendo las mujeres en política y en todas las esferas será el día en que no haga falta impulsar norma ni recomendación alguna.

Ese día será el día en que escribamos sobre la madurez democrática de la sociedad.

Entonces, y solo entonces, no hará falta seguir “hablando por hablar”. Ya saben… “no news, good news”.

Raquel Paiz

Edita: Centro Igualdad Trece Rosas.
Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de la Zubia
Concejala de Igualdad: Rebeca Sánchez
Coordinación Técnica: Cristina López- Gollonet Cambil
Redacción, diseño y montaje: Dividendo Social, Raquel Paiz y Raquel Marín
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